"Uno nunca sabe por quién puede vivir, uno nunca saber por quién puede morir"

martes, 26 de octubre de 2010

Secretos.

No conozco a nadie que, ante la pregunta "¿Es difícil guardar un secreto?", te diga que no. El deseo de saber nos puede a todos, incluso a los menos curiosos. Nuestra mente sabe que NO sabemos guardar un secreto, pero sólo mintiendo conseguiremos que la información llegue a nuestro poder. Si soy sincero, tengo la impresión de que sólo sabemos guardar los secretos cuando lo que nos cuentan nos es completamente indiferente e insustancial, que es como si no lo hubiéramos oído nunca, vamos, o cuando somos tan interesados como el que lo cuenta en que nunca de nunca se sepa la historia (y a veces ni aún así mantenemos la boca cerrada).
Sin embargo personalmente sé mantener la boca cerrada, pero que me cuesta un montón y al final siempre se me escapa a alguien que no tiene nada que ver con la historia, que es lo que yo llamo "efecto olla Express", porque evito reventar del estrés (es deformación profesional, una buena historia es difícil callársela) pero no meto la pata con quien ha confiado en mí. Y es que hay secretos y secretos...

Ese "no lo voy a contar" es un sí disfrazado.

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