"Uno nunca sabe por quién puede vivir, uno nunca saber por quién puede morir"

sábado, 12 de marzo de 2011

Cuentan que había una niña que nunca aprendía de sus errores, es más, volvía a cometerlos una y otra vez. No podía comprender que los besos no son contratos, ni que las promesas no siempre se cumplen.
El que no arriesga no gana, dicen. Y yo aunque arriesgue no gano, sinceramente estoy harta de todo esto, de llevarme tantos palos.
Y hoy, la frase que más me repetirán será:
 "¿Ves? Te lo dije."
Tu indiferencia duele más de lo que te puedas imaginar.
Y, ¿sabes qué? espero que a ti te pase lo mismo algún día para que veas lo mucho que duele que te mientan, que jueguen contigo y sobre todo que no valoren tus sentimientos. Bueno, ni siquiera sé si tú tienes sentimientos o sabes lo que son. Eres ese tipo de persona que siempre he odiado: insensible y egoísta. No soy una persona rencorosa pero es que tú sacas lo peor de mí.
Y aquí estoy otra vez, en este pequeño pueblo en el que nunca pasa nada, sigo con los problemas de siempre y dudando hasta de mis dudas.


Soy una persona muy ocupada, no tengo tiempo para olvidarte. Tengo una agenda muy apretada, a penas tengo tiempo para descansar decentemente. Pienso en ti dieciocho horas diariamente. Y me gusta, es como volver al pasado, como volver a tenerte cerca. Me encanta pensar en ti, pero me encantaría aún más saber que tú también lo haces aunque sea de vez en cuando.
Ahí estaba ella, una vez más. Inmóvil, examinándole de arriba a abajo sin que él se diera cuenta.
Intento olvidarte, lo intento una y otra vez pero... las tentaciones están para caer en ellas.